Tino Barriuso – Signo de Interrogación (Gran Vía)

Tino Barriuso, poeta, dramaturgo, articulista y novelista español nacido en Burgos en el año 1948, fue catedrático de Física en el instituto Cardenal López de Mendoza, de Burgos. Hasta la fecha su labor más importante ha sido la de poeta, campo en el que destaca con su trilogía publicada por Hiperión: Paloma sin alas (1991), Que asedia el mar (1999) y Una súbita esquina (2007). Se hizo más popular en 1998, año en que participó en el programa cultural de Televisión Española Saber y Ganar, y en el 2010 ha vuelto a aparecer en las pantallas con motivo de la edición número 3000 de dicho concurso televisivo. Su primera novela, Signo de interrogación, novela negra, fue publicada en 2009 por la editorial Gran Vía, de Burgos, en la colección Relato Joven.

En la ciudad natal del autor, nos cuenta Signo de interrogación, empieza a desarrollarse una serie de asesinatos de la manera más inesperada y con una técnica muy afilada: el asesino apuñala a las víctimas por la espalda y el cuchillo penetra directamente al corazón a través de las costillas, matando a la víctima en cuestión de segundos. Tras la aparición del primer cuerpo, el policía Tasio Benavides, junto con Norty Alcázar, el periodista Juan de la Calle, la jueza Mamen y el sabio Zenón de Elúa emprenden una investigación policial que los llevará por los senderos de la poesía y los acertijos, por los mapas y calendarios, por las fechas y las ideologías políticas en busca de la identidad de un asesino culto, que conoce la anatomía humana y tiene buenas dotes poéticas. Entre los acontecimientos desarrollados alrededor de los asesinatos y la investigación policial, surgirán varias historias de amor que enternecerán la dureza de la trama. Eso añadido a amplias conversaciones acerca de todo tipo de temáticas.

Destacan varios aspectos en el estilo literario que emplea Tino Barriuso en esta novela: como novela negra, interesan más los acontecimientos y la investigación policial que cualquier otra cosa, prueba de ello es que apenas hay descripciones, y cuando las hay, son muy leves, nada minuciosas. Además, abundan los diálogos que transcurren en las reuniones del grupo de investigación policial: las interpretaciones de los poemas, las hipótesis de la identidad del asesino, mezcladas con discusiones sobre literatura, filosofía, política o amores. Por otra parte, a lo largo de la novela se hacen múltiples referencias a obras literarias, la mayoría de las cuales surgen tras una mención por parte de algún personaje: aparecen Miguel Delibes y su Príncipe destronado, Ángel González; y también multitud de canciones e incluso una alusión humorística al propio autor cuando concursó en Saber y Ganar. Y finalmente, cobran mucha importancia los personajes, que intentan ser completamente humanos: algunos se equivocan al nombrar a sus compañeros, otros tienen nombres muy simbólicos (como Zenón de Elúa, sabio pensador, como el de Elea).

Como opinión personal, añadiré que es una novela de muy rápida lectura, muy divertida y fácil de leer, con una trama que se sostiene a lo largo de sus 500 páginas, aunque el final decaiga un poco. Recomendable, de todas formas, a quienes deseen pasar un buen rato.

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