Los Elegidos 15 (Hermana, no nos dejes)

III

 

     Cindi salia a pasos firmes de un local en un centro comercial que en lo alto tenia un anuncio que llevaba la leyenda “Llaves al minuto”. La chica sube a su auto con las gafas oscuras en su rostro y en su mano las llaves con las que intentaba abrir la puerta del coche.

     Un hombre joven de barba cerrada, se abalanza contra la chica en movimientos desesperados, tomándola de los hombros que hace caer las llaves sobre el suelo poniendo a la joven en un nerviosismo agudo.

     – ¡Hermana!, no te separes. –dice desesperado el hombre.

     – ¡No!, ¡no! –expresa Cindi, sin dejar de temblar de miedo.

     – Recuérdalo, somos los elegidos. –insiste el hombre- No ensucies tu alma y aléjate de las malas pretensiones.

     – ¡Retírese de mi!

     – ¡Hermana, hermana! –grita enloquecido.

A duras penas se incorpora y con dificultad por la opresión del joven; tienta con su mano varias veces y de forma rápida al suelo hasta tomar las llaves. Dando un fuerte empujón al enloquecido hombre, lo hace caer de espalda sobre el suelo, mientras ella a toda prisa cerrando con seguro echa a andar el automóvil observando que el hombre se incorporaba abalanzándose contra el coche que ya comenzaba a avanzar, y pegándose al cristal de la ventanilla marchando al ritmo del carro.

     – ¡Hermana!, ¡No nos dejes! –sin parar de gritar- ¡Somos los elegidos!

Cindi se retira a toda velocidad dejando atrás al demente joven que corría tras el coche como loco.

 

Continua…

 

Autor: Martín Guevara Treviño

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