Juan José Millás – El orden alfabético

En Valencia, hace poco más de 60 años, nació un escritor que, desde que empezó a publicar, ha dado una frescura y una originalidad que hacen de él alguien difícil tanto de imitar como de clasificar: Juan José Millás. Este autor es uno de los más activos de los últimos años en la literatura española. Juan José Millás, galardonado con más de un premio, tales como el Premio Sésamo de Novela, el Premio Primavera, el Premio Nadal o el internacional y reconocidísimo Premio Planeta, es, sin duda, un referente actual, en cuanto a novela se refiere. Además, actualmente colabora en “La ventana”, un programa de radio de La Cadena Ser, además de escribir todos los viernes una columna en El País.

Sus obras destacan por una originalidad tan inigualable como inefable, ya que hasta que no lees alguno de sus libros no te puedes ni hacer una idea de la magia con la que envuelve a las palabras y, después, es imposible describir esa sensación tras terminar de leer alguno de sus escritos. Algunas de sus obras son Cerbero en las sombras, Papel mojado, Dos mujeres en Praga, El desorden de tu nombre, Laura y Julio, El mundo o El orden alfabético, de la que os hablaré hoy. He de decir que todas las obras de este autor son altamente recomendables, por lo que no sólo os animo a leer El orden alfabético, sino cualquiera que esté a vuestro alcance.

En esta ocasión el autor nos introduce de lleno en un mundo surrealista, todo narrado por un chaval de 14 años, que con curiosidad mira una enciclopedia que tiene su padre en una estantería de su casa. Este niño, tras caer enfermo, empieza a “transportarse” a un mundo aparte, donde todo parece estar más vivo y tener más importancia. Después de varios días, en la escuela del “otro mundo”, los libros empiezan a volar y, junto a ellos, todo lo que contiene letras. Al poco tiempo, en ese nuevo mundo, empiezan a perderse letras y palabras, por lo que la “realidad” empieza a cambiar constantemente, lo que obliga a todo el mundo a empezar a desconfiar de todo lo que le rodea, puesto que no hay manera alguna de saber qué y cuándo va a desaparecer alguna palabra o alguna letra nueva. Todo esto desemboca en un caos absoluto y en situaciones que rozan lo inverosímil y lo absurdo, aunque siempre con la lógica aplastante que Millás plasma en todas sus obras.

En resumidas cuentas, El orden alfabético es una obra maestra capaz de conseguir que la leamos de un tirón, puesto que su trama y sus personajes, que, bajo mi humilde punto de vista, están muy conseguidos y son muy “humanos”, son llevados a la perfección con una técnica de narración simple, pero magistral. Eso sí, hay que tener cuidado al empezar a leer la obra, porque es capaz de mantenernos absortos y de llevarnos a una realidad paralela, donde las letras y las palabras se pierden y, con ellas, el objeto real al que nombran deja de tener sentido.