II
Una de las canciones de Yoyis ocupó el primer lugar de popularidad en la mayoría de las cadenas radiofónicas del país, sólo la desbancó un tema de ella misma incluido también en su primer disco. La jovencita se había convertido en la novedad, más sin embargo nadie la conocía, ya que no había aparecido ni en revistas, ni en televisión, era una celebridad solamente por sus canciones.
Luego de realizar presentaciones televisivas y en vivo, acaparó la gloria, era todo un ídolo. En su interior la jovencita estaba feliz de haber logrado sus expectativas, además tenía un don muy especial, el de ser escuchada, ya que en la mayoría de las entrevistas lograba la atención hasta del más distraído, así que se decidió a aprovechar esa aptitud. Comenzó a hablar de la realidad política de nuestro país, a criticar los malos manejos del dinero del pueblo, además de que comenzó a tocar temas intocables como la sexualidad. En fin, se puede decir que puso el dedo en la llaga y a muchos les lastimó la honestidad, ya que siempre habían vivido en el disfraz de la hipocresía.
Y mientras grupos conservadores pedían a grito abierto se le censurara en su totalidad, muchos jóvenes seguían la nueva corriente abierta por esta jovencita, era un escaparate a la libertad de expresión total. Muchas otras jovencitas se le unen pidiéndole trabajo ya que era admirada por millones de ellas, así que teniendo siempre presente la humildad de su procedencia, no podía negarle a nadie el luchar por un sueño, así que se le fueron uniendo jovencitas a su equipo de trabajo.
De ésta forma comienza la desgracia, ya que algunas de esas chicas que le colaboraban comenzaron a pedir su propio lanzamiento, querían ser como Yoyis, o de ser posible mejor que Yoyis, y ella no les negó la oportunidad, aún les apoyo con su propia fama.
Nace la primera arpía, una jovencita que había logrado contraer nupcias con el representante de nuestra afamada Yoyis. Su primer disco es lanzado y la publicidad corre, “compra el disco de la nueva estrella, la ex-corista de Yoyis” Y el público iba a sus presentaciones, obviamente, ya que siempre abría los conciertos de la verdadera estrella, nuestra Yoyis. El fracaso fue rotundo, la gente no aceptaba dobles, ni imitaciones, no funcionó como se esperaba y volvió tras bambalinas a ser coro y asistente. Sin embargo la fama de la verdadera estrella iba en aumento cada vez con más fuerza. Las malas vibras y la envidia empezó a circular en el grupo de producción de la famosa.
Un divorcio, la pelea por el dinero, el chantaje y la liberación de los complejos hacen tronar un equipo fuerte. Yoyis cada día es más famosa y muchos contratos comprometidos, no tiene el tiempo suficiente para arreglar detalles que le incumben a terceros.
La tormenta está por venir
La fatalidad asoma el éxito y el brillo de la estrella.
La tempestad se abre de golpe.
Autor: Martín Guevara Treviño
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