Cuando las almas se confunden

Cuando las almas se confunden (un suceso tristemente  repetido)

Sintió inútil el silencio subsiguiente
a una noche que se dibujo tan dulce,
tan cargada de caricias azules
tan efímera
tan gris
tan besada
tan llena de duendes invisibles.
Una noche tan llena
y tan vacía
una noche de quimeras
ardientes, superfluas y amarillas
de místicas danzas hechiceras
de besos sucumbiendo en las veredas
de proyectos ahogados en rocío.
Una noche de tantas y a su vez
de tan poquitas cosas,
en la que insistió «siento inútil un silencio».
Una noche que solo fue un instante
Un noche de bellos simulacros
Es cierto que necesitaban no estar solos
pero propuso que olvidaran para siempre
esa noche que solo fue una noche
de fútiles engaños a las almas
de sexo disfrazando soledades
de caricias dulces, de besos y de todo
de todo y que también mujer,
también se les llenó de nada
porque enceguecidas por las soledades
las almas se confundieron de cuerpos.

Deja un comentario