Brujas Infiltradas (57 Vocho blanco)

El vocho color blanco que conducía el padre Bartolomé daba unos ligeros estirones a causa de algunas fallas en la transmisión; en mi calidad de copiloto aproveche para observar lo solitaria que lucía la ciudad, algunas personas corrían por la acera abrazando a sus pequeños hijos, en algunas casas sus dueños clavaban largas tablas de madera cubriendo las ventanas como si ya supieran que una maldad se aproximaba y podrían ser dañados, el pánico nos habia invadido.

     Después de que el sacerdote rociara con agua bendita cada rincón de nuestro hogar y exaltara con rezos sus protecciones, subimos a ver el estado de mi hermana Carolina, de quien cada día me preocupaba más su fase inconciente.

   —Cada día está peor. —comenté—. La piel cambia de color, como si estuviera muerta en vida.

   —Investigaremos en los libros de la iglesia la manera de contrarrestar los efectos macabros de esos entes perversos. No podemos quedarnos con los brazos cruzados mientras ellas vuelven a apoderarse de la región.

     Bajamos las escaleras encontrándonos en la sala de estar con Simona y una joven mujer embarazada que tenia una maleta en el suelo. La expresión de la vieja Simona era de consternación.

   —Dice ser la sobrina del General Garza Medina.

     Asentí sin pronunciar palabra, callado, calculando cada movimiento y Simona se retiró a sus quehaceres. Nos sentamos en el sofá, el Sacerdote, Isabel Cristina y yo, platicando cosas comunes, tratando de no levantar en la invitada ninguna sospecha de las maldades que le aguardaban en su futuro alojamiento.

Continuará…

Autor: Martín Guevara Treviño

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