Brujas Infiltradas (3 El comienzo)

El comienzo
El comienzo

 

 

     El ruido de un disparo me hizo estremecer. Vi el cuerpo flácido de la niña caer hacia un lado sobre el suelo con el rostro lleno de sangre, estaba muerta. La rabia se apoderó de mí al volver la vista y observar al sacerdote apuntando una pistola contra el cuerpo de la niña, sin contemplación descargó dos tiros más sobre el cadáver. Me abalance sobre él y fuimos a caer sobre el suelo sangriento. Logró deshacerse de mi opresión incorporándose. Con rapidez se apoderó del libro que llevaban los brazos del cadáver de la niña. Así se esfumo en la oscuridad corriendo como un loco. Ahí tirado donde estaba, pude observar a una lechuza que me miraba con toda su atención desde la rama de un árbol.

 

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     El Río Bravo proporciona un cálido panorama cuando los rayos del sol chocan contra su espejo líquido, destila esa tranquilidad que va dejando a su paso. Este recorrido, casi a diario, es mi mejor terapia antes de ir a recluirme en el encierro de mi morada, a veces creo temer que la noche llegue. Las pesadillas se apoderan de mí, atormentándome, cosas maléficas se confieren de mis sueños, por eso cuando estoy aquí, junto al río, me lleno de paz, me conformo con observar el agua, hasta llegar al punto de desconectar mi conciencia y viajar por donde nadie logre interrumpirme.

     Desgraciadamente ya es hora de regresar, la vieja Simona me ha advertido de la llegada de la señorita invitada, quien estará de huésped en nuestro hogar durante algunos días. Debo regresar temprano para su recibimiento, así se lo prometí a la vieja.

Continuará…

Autor: Martín Guevara Treviño

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