Belleza y arte, frase del martes.

Disfrutaba tranquilamente mirando las flores de aquel campo repleto de colorido. Era una sensación tan vivaz, tan exquisita, que noté que no pasaba el tiempo. Pero al cabo de la llegada de los estímulos a mi cerebro, me di cuenta de que sí había transcurrido, no una, ni dos, sino varias horas contemplando el campo florecido con la felicidad reflejada en mis ojos brillantes. Entonces supe que era martes, y que veía tal belleza en las flores, que supe que éstas, sin pensarlo, gozaban de un arte que ningún ser humano hubiese podido crear: vida, vitalidad. Y ellas no se daban cuenta…

“El encanto de las rosas es que, siendo tan hermosas, nunca saben que lo son”.

Anónimo.

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