Diosa de Papel (XXXII Su refugio)

Lucero y Nora se ponen en marcha a la entrada del edificio, pero son sorprendidas por un vehículo que se lanza contra ellas. Nora de un impulso logra esquivarlo, cayendo sobre la banqueta, pero desde el suelo logra ver a Lucero volar por el aire después de que el coche conducido por Kenny Doria la ha golpeado. La modelo asesina huye en el auto dejando la escena de dolor. Nora toma de prisa la pistola de Lucero que yacía en el suelo, y de un impulso dispara contra el automóvil en marcha. Tres detonaciones llenas de furia por lo que les estaba ocurriendo. Observa que la asesina ha escapado y suelta el arma al suelo. Los curiosos comenzaron a reunirse alrededor de la detective inconsciente en el suelo. Un hombre joven llamaba desde su celular solicitando una ambulancia. La mirada de Nora se clava en él, poniéndose de pie y arrebatando el teléfono móvil al joven; marca un número desesperadamente.

—¡Comandante…!

 Los curiosos observaban el cuerpo de Lucero inmóvil, escurriendo de su boca un hilillo de sangre.

51.

En la oficina de la policía, Josué Balbuena colgaba el auricular. Mira a los ojos del Agente, su compañero.

—Kenny ha vuelto a hacer de las suyas. —Espeta el Comandante a su subordinado.

—¿Dónde fue ahora? —Pregunta el Agente— Ese fantasma está dando muchos problemas.

—Ahora está escapando. Corre, se escabulle. En verdad no tiene un lugar a dónde ir. —El Comandante Josué Balbuena medita sus propias palabras—. En verdad, sólo tiene un lugar como opción.

—¿Cuál lugar? —Interroga el Agente curiosamente.

—La cabaña. Su templo personal de adoración.

Continuará…

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