Textos para el Alma: Recuerden su humanidad (parte III)

Ya hice un llamado a las potencias mundiales y a los científicos respecto a la toma de conciencia. Aún queda un tercer llamado.

Mi tercer llamado es para los ciudadanos de todos los países. Ayúdennos a establecer una paz duradera en el mundo. La totalidad de la especie humana está en peligro, ya sea por causa de las armas nucleares o de otros medios de destrucción total que pueden producir otros adelantos científicos.

Sostengo que debemos eliminar las armas nucleares. Aunque su eliminación quitaría la amenaza inmediata, no ofrecería seguridad permanente. Las armas nucleares no pueden «desinventarse». Con esto me refiero a que no se puede borrar el conocimiento de su fabricación.

Incluso en un mundo que estuviera libre de ellas, su una de las grandes potencias se viera envuelta en una confrontación militar, estaría tentada a reconstruir sus arsenales. Aún así, ésa sería una situación mejor a la que tenemos ahora, porque la reconstrucción llevaría su tiempo, y en el interín podría arreglarse la disputa.

Un mundo libre de armas nucleares sería más seguro que el actual. Sin embargo, el peligro de la catástrofe final seguiría estando. La única manera de evitarla sería aboliendo los conflictos bélicos. La guerra tiene que dejar de ser una institución social admisible. Tenemos que aprender a resolver los conflictos por medios que no sean la confrontación militar.

La abolición de la guerra también es un compromiso de los estados nuclearizados: el artículo VI del Tratado de No Proliferación exige la elaboración de un acuerdo de desarme general y total, bajo un control internacional estricto y efectivo. Hay que tener en cuenta que cualquier tratado internacional supone cierta renuncia a la soberanía nacional y es, por lo general, impopular.  

(Continuará).

2 comentarios en «Textos para el Alma: Recuerden su humanidad (parte III)»

  1. hola, quiero decir solamente que no se puede tapar el sol con un dedo amigo, las armas fueron construidas por la primera especie humana, ya sea en lanza o en una simple piedra amarrada a un palo.
    el humano tiene por naturaleza el instinto asesino y nunca van a parar la accion belica,
    es como decir, ¡porfavor!, ¡lleven alimentos a los niños que se estan muriendo de habre, demos mas espacio a los de color en nuestra sociedad…bla.bla,
    comenzemos por educar y luego comenzemos a exigir!

    Responder
  2. Te comento Leo que lo que escribí es parte del discurso de Joseph Rosblat cuando ganó el premio Nobel de la paz.

    Lo subí a Librosylibretas.com porque me pareció un punto de vista dieferente y que quizás hace que todos reflexionemos un poquito más.

    Comparto totalmente lo que dices respecto a que lo primordial es educar pero para que eso tenga peso verdadero, primero deben empezar, nos guste o no, los «de arriba».

    Responder

Deja un comentario