Santísimo Cristo del Perdón y Misericordia

A mi alrededor la gente parecía impaciente, inquieta porque volvieran a echar a andar. En el barullo de personas que ansiaban verlo en movimiento me encontraba yo, ansioso también. El primer martillazo sonó tan claro que el silencio se apoderó del ambiente de rumoreo incesante que llenaba el aire de la plaza. El tiempo –los … Leer más