Instantes: Hipotecas y Facturas.

Llegó a mi vida arrastrándose bajo la puerta. Pálida y tajante. Dejó sequedad en mi boca, perplejidad en mi despensa, ausencia en mi bolsillo. Vino como todos los meses, a una hora exacta, a un segundo señalado. Acompañada de un comité de falsos amigos, despidiendo a su emisario con lágrimas, tinta y una sonrisa ligera. Suyo es el sudor de todos mis jornales, condicionante de mis viajes, de mis fiestas, de mis sueños, de mis insomnios, de mis placeres. He intentado destruirla con  mil maldiciones, designar su cuerpo a ser yesca de fogata, pasto de tranvías, velero de cloaca. Pero es imposible terminar con su presencia de dama blanca plagada de tinta. Derrotado y cabizbajo desembolso la cantidad pactada mas un porcentaje de avaricia. Y lo hago con la esperanza de que algún día, cuando hierva el cielo y se congele el infierno, se vea saldada la deuda que como todos los mortales, a ella está mi vida atada.

2 comentarios en «Instantes: Hipotecas y Facturas.»

  1. Que dirían nuestros antepasados de la edad de piedra cuando vieran el lejio que tenemos con las hipotecas? -Para eso no evoluciono. Pues no estaban agusto dibujando cornucopias de ciervos en las cuevas! Siempre me quedará la casa de mis padres, de la que espero tardar en salir…

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