El medio del espectaculo a la literatura (Parte I)

El medio del espectaculo ha caido en una decadencia moral en los últimos años, pues el morbo de la espectación se centra en las actividades personales e intimas de los famosos. No es raro encontrarnos en las liberias la biografía no autorizada de Luis Miguel, o relatos oscuros del cantante Michael Jakson.

Esta vez abordaremos cómo un polemico caso que cruzó a las fronteras internacionales como es el de Gloria Trevi. Cuando la controversial cantante se encontraba en la cima de la popularidad y sus presentaciones musicales eran las más caras de latinoamerica, reseñada en el New York times, cosa que ninguna figura latina habia logrado hasta ese momento, y con jugosos contratos firmados a millones de dolares. No por cualquier cosa su nombre era primera plana.

Una excorista y exmujer de su manager decide sacar al mercado un libro narrando su vida al lado de Gloria Trevi, aunada al escritor Ruben Aviña quien ya había narrado en un anterior libro (Cómo se hace una estrella), sobre Gloria Trevi, juntos sacan al mercado una «bomba» para la carrera de la figura: La Gloria por el infierno.

A partir de ahí y de la repentina desaparición de la cantante los medios de comunicación toman como verdadero lo vertido en sus líneas. Los autores tanto Aviña como Hernández, comenzaron una serie de presentaciones en los medios masivos de comunicación promoviendo su libro que en cuestión de días se convirtió en Best Seller.

En este texto se narra cómo las jovencitas llegan a una escuela de artistas con la promesa de convertirse en idolos de la juventud como lo era Gloria Trevi. Una historia que deja un amargo sabor de boca por lo vano que es el medio artistico en México.

Te recomendamos leer:

El medio del espectaculo a la literatura (Parte II)

El medio del espectaculo a la literatura (Parte III)

2 comentarios en «El medio del espectaculo a la literatura (Parte I)»

  1. Pingback: El medio del espectaculo a la literatura. (parte II)
  2. Pingback: El medio del espectaculo a la literatura (parte III)

Deja un comentario