Brujas Infiltradas (68 Lectura)

Abrí decidido la puerta del baño y en el ligero giro, en el espejo que recubre la parte porterior de la puerta pude percibir la frase invertida. Leí con todas sus letras esas manchadas grafías ensangrentadas formando la palabra: elegido.

*

     Dijo llamarse Azucena, a sus 42 años se ha ganado la vida leyendo las cartas y prediciendo el futuro. Aunque su aire de convencimiento no la abandona, algo me dice que es una de tantas que embaucan a los inocente crédulos, una autentica charlatana. No la contradije, solo la escuché, su rostro asustado y pálido hizo que pudiera oler su miedo, la miré a los ojos, era como un perro indefenso a punto de ser sacrificado, sintio mi mirada de escrutinio y avergonzada agachò la cabeza. La situación empeoraba y decidimos escapar, me adoptó como su protector y nos fuimos en el auto hasta la iglesia, donde nos encontramos con el Padre Segovia. Metidos en la biblioteca de la iglesia, entre libros enormes y apolillados, descubrimos un relato interesante. Era un libro de pastas desgastadas y le atacaba la polilla gravemente. Fue el sacerdote Bartolome Segovia quién le dío lectura:

     El ambiente azufroso no acabará hasta que se le dé fin a la ultima criatura de su especíe, las brujas son muy hábiles, y engañan facilmente al ojo del hombre. No dudeis por un instante y matarás a quién sospeches. Vivimos tiempos infernales, y serán tiempos peores si dejas que te envuelvan en su engaño.

Respiró profundo para poder continuar con la lectura…

Continuará…

Autor: Martín Guevara Treviño

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