Brujas Infiltradas (5 Sucesos sin recordar)

    

Sucesos sin recordar
Sucesos sin recordar

 

 

     El trayecto a casa se me antojó inmenso, como si mis pisadas no obedecieran a mi orden de acelerar, se apesadumbran sin razón. Al llegar a casa he sentido que el aire me falta, me acomodo sobre el sofá de la sala de estar y a bocanadas respiro como si éste fuera el último gramo de oxigeno que permaneciera en el mundo.

     Carolina llega hasta mi, es mi hermana menor, aun esta en la edad de la pubertad, delgada y un poco pálida, siempre atendiendo a mis malestares. Después de aquellos tres días que pasé en el mismo infierno, ella soporta mis crisis mejor que cualquier enfermera. Aunque han pasado ya trece años de aquellos sucesos, mi cerebro no ha borrado las imágenes de muerte y me traicionan los nervios en crisis. En un principio eran frecuentes, cada noche, en cada sueño, cada pesadilla donde no lograba distinguir el hilo de la verdad y lo irreal. El tiempo poco a poco se ha encargado de ir aminorando esas crisis y esos recuerdos, y mi hermana siempre ha estado a mi lado, atendiéndome, consolándome. 

     Repuesto del agotamiento y sentado en el sofá junto a Carolina, puedo ver con claridad mis deseos para el futuro, los negocios familiares que se reducen a una tienda de vinos y que hasta ahora marcha bien, no me puedo quejar. Cuando antes con dificultad seguíamos adelante con nuestros apuros económicos, pero gracias a la moderada herencia del tío Camilo todo es diferente.

Continuará…

Autor: Martín Guevara Treviño

 

 

 

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