Brujas Infiltradas (15 Tienda de vinos)

Planté la botella de tequila sobre el mostrador mientras el viejo dejó dos billetes en mi mano. Después de darme una sonrisa Don Tereso abandonó la tienda dejándome con un costal de dudas encima. Busqué en el periódico y en efecto, encontré la noticia del suceso, deponiéndome en el asombro la escalofriante foto de la victima

     No pude bloquear el pensamiento, los hechos marcaban el nuevo ciclo de la catástrofe. Hace trece años exactamente se había dado por terminado el peor de los casos de nuestra región. Una guerra contra las mujeres brujas de Villa de Rosales, territorio cerca de este norte del país, y algunos pueblos cerca de nuestra Ciudad Acuña.

    En una época en que las mujeres brujas tenían atemorizados a las poblaciones próximas, fueron adentrándose en todo el territorio expandiéndose a los pueblos y villas. Hasta que llegaron a esta ciudad y cobraron su cuota de maldad. Era totalmente inseguro rondar las calles por las noches, se extremaba el cuidado de los recién nacidos y la ciudad completa vivía en un hilo, atemorizados y enloquecidos con los sucesos. Hasta que se puso fin con una cacería que jamás ha dejado tantas muertes en la historia de nuestra región norte.

     De nuevo el crujir de la puerta me sacó de mi estado abismático. Se acerca al mostrador una mujer joven, con el cabello rubio, resplandeciente como si fuera de luz. Con una enigmática sonrisa toma un ejemplar del diario, pagándolo, y se retira sin pronunciar una sola palabra.

Continuará…

Autor: Martín Guevara Treviño

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