Brujas Infiltradas (1 un recuerdo difuminado)

Brujas infiltradas
Brujas infiltradas

 

 

Prólogo 

     A pesar de ser la hora de mediodía, el cielo entero se obscureció en un instante. Un helicóptero surcó en lo alto, sobre la Villa, trazando sendas líneas de luz con su reflector, valorando la situación. Aproveché para ver lo acontecido con claridad en el fugaz trayecto luminoso. Se ha grabado en mi memoria un panorama desolador. El fuego se ha apoderado de la mayor parte de las viviendas que arden y se consumen sin replicar, me vi caminar entre sangre líquida que corría aún por las calles de tierra, mezclando polvo y muerte; el olor nauseabundo inundó mis pulmones. Parecía que andaba sobre el despojo de una guerra.

 

     Caminé despacio tratando de controlar el temblor de mis piernas, aun se escuchan los disparos a lo lejos, siguen cayendo los muertos y mi espanto no encuentra la calma. Seguí avanzando, lento, mis nervios están por reventar ante tal situación. Lo que mis ojos tienen ante si, es algo inhumano, una mujer colgada de un árbol atada de los pies y tendida con la cabeza hacia el suelo, tiene los labios abiertos como si quisiera hablar, pero está muerta, en su pecho hay un hoyo que se puede ver de lado a lado, seguramente producto del ataque de los militares.

 

     La mayoría de los habitantes ha muerto en la ofensiva, algunos más murieron en el trayecto de su esforzada huida, y otros pocos, muy pocos, si es que acaso los hubo, lograron escapar con la ayuda de dios, o del demonio.

 

Continuará…

 

Autor: Martín Guevara Treviño

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