Análisis de Juegos de la edad tardía (parte 8) – Personajes principales

Luis Landero traza dos caracteres similares a los de don Quijote y Sancho Panza, aunque según declaraciones del autor no fue de manera intencionada, únicamente influjo de Cervantes, como en efecto se ha estudiado en varios artículos sobre el tema.

El personaje que corresponde al papel de don Quijote es Gregorio Olías, protagonista de la novela, basado en la dinámica del fracaso: un hombre que ha perdido sus ilusiones cuando un desconocido vuelve a despertar sus sueños juveniles a base de preguntas. Su altruismo lo lleva a inventarse una realidad diferente, a fin de satisfacer las curiosidades de Gil. Ya de pequeño trataba de satisfacer a sus padres cuando decía que quería ser «santo toro almirante», tal como hemos visto en una cita más arriba. Los sueños juveniles de Gregorio Olías se ven despertados de repente tras veinticinco años de silencio, veinticinco años de matrimonio con Angelina durante los cuales «la dicha excluía la intervención de la memoria» (2007: 101).

El personaje opuesto, el antagonista, cuyo papel guarda cierta relación con el de Sancho Panza, es Gil Gil Gil, una persona ilusa, indecisa e ingenua que confía en cuanto le dice su amigo. Y no sólo eso: él mismo se encarga de recrear, en base a sus preguntas que responde automáticamente, la gran ciudad donde viviera una vez. Más adelante, cuando resucita el personaje de Faroni y decide él mismo convertirse también en pensador, adoptando la voz de Dacio Gil Monroy y vistiendo la misma ropa que su admirado poeta, se produce lo que podemos relacionar con la quijotización de Sancho cuando parece que va a gobernar la ínsula de Barataria.

Es interesante ver la ficción metanovelesca de esta obra: Dacio Gil Monroy es al mismo tiempo Gil Gil Gil, y Gregorio Olías es el mismo Augusto Faroni, dos personajes, ambos, creados como un método para evadirse de la cruda realidad.

Próxima entrega: Personajes II

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